¡Esto es exactamente lo que necesitamos!
Como candidato a legislador porteño, mi propuesta para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se basa en una revolución educativa. Una revolución real, concreta y transformadora.
Decía el presidente Alfonsín: “Con la democracia se come, se educa, se cura”. Fue una frase potente, pero la realidad no estuvo a la altura. Hoy quiero proponer algo igual de potente, pero con un plan detrás:
Con la educación, sacamos a los chicos de la calle.
Con la educación, desarrollamos sus capacidades mentales, emocionales y sociales.
Con la educación, prevenimos el consumo problemático.
Con la educación, damos sentido, valores y ciudadanía.
Con la educación, creamos una comunidad comprometida.
Y también —y no menos importante— con la educación, generamos desarrollo económico.
📈 ¿Por qué hablo de desarrollo económico?
Durante años escuchamos la teoría del derrame: que primero deben venir los capitales, invertir, y recién entonces el crecimiento llegará a la sociedad. Pero hay dos grandes problemas:
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No sabemos si vendrán.
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Y si vienen, cuándo y cuánto llegará realmente a la gente.
Por eso, sin negar el derrame, propongo complementarlo con una visión opuesta, pero compatible:
El desarrollo de abajo hacia arriba.
Lo llamo: semillas o focos de desarrollo.
Estos focos pueden multiplicarse, viralizarse y funcionar por sí mismos. Y si encima el derrame se produce, se potencia con una base sólida desde abajo.
🎓 ¿Y cómo sembramos esos focos? Con educación.
Propongo una educación alineada con el desarrollo económico. Una escuela moderna, útil, transformadora. ¿Cómo?
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Inteligencia artificial en las aulas: pero en serio, no como eslogan vacío. Formación docente, contenidos adecuados, y equipamiento real.
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Emprendedorismo desde la escuela: que las y los estudiantes sepan que emprender es tan válido como buscar empleo o participar en la vida cívica. Enseñar a emprender es enseñar a crear.
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Educación financiera: desde chicos, aprender a ahorrar, administrar, invertir con responsabilidad.
Esta formación previene engaños como esquemas Ponzi, la obsesión por el "dinero fácil", las apuestas online, o la trampa de la "timba financiera".
Si logramos que miles de jóvenes aprendan a emprender, a gestionar y a innovar, estaremos creando miles de pequeñas empresas, que a su vez generan empleo y desarrollo.
Así se cierra un círculo virtuoso:
Educación → Emprendimiento → Desarrollo económico → Ciudadanía fortalecida.
Y si un día llega el derrame… esta base lo potencia.
De arriba hacia abajo, sí. Pero también, de abajo hacia arriba.
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