Mientras en el Congreso siguen girando en círculos con promesas vacías y debates que no le cambian la vida a nadie, la inteligencia artificial avanza a una velocidad imparable. Mientras acá se pierde tiempo discutiendo si se puede usar el celular en el aula, países como Corea del Sur, Finlandia o Estonia ya integran la IA como parte fundamental de su sistema educativo. No estamos hablando del futuro, estamos hablando del presente.
En Argentina seguimos atados a un modelo educativo que no solo está viejo, sino que además está completamente desalineado con la realidad. No podemos preparar a las próximas generaciones con herramientas del siglo pasado. Necesitamos una transformación estructural: una Ley de Educación Inteligente que no solo habilite el uso ético y estratégico de la inteligencia artificial en las aulas, sino que también capacite a los docentes, modernice contenidos y genere entornos de aprendizaje adaptados a un mundo digital y automatizado.
No se trata de una utopía, se trata de una urgencia. Si seguimos mirando para otro lado, no solo vamos a perder una oportunidad histórica: vamos a condenar a millones de chicos y chicas a una educación desconectada del mundo real. Y eso tiene consecuencias. Porque los países que hoy invierten en innovación educativa serán mañana los líderes en ciencia, industria, tecnología y desarrollo humano. Y nosotros, si no reaccionamos, quedaremos fuera de todo.
La tecnología cambia de forma exponencial. Lo que hoy es nuevo, en pocos meses es viejo. Eso significa que cada año que perdemos es una generación que queda rezagada. Necesitamos formar ciudadanos que puedan pensar críticamente, adaptarse a contextos cambiantes y generar valor real. Y eso no se logra con discursos lindos ni con promesas para la tribuna. Se logra con decisiones valientes y políticas públicas con visión de futuro.
La educación del siglo XXI no puede seguir atrapada en los debates estériles de la política tradicional. Necesitamos líderes que tengan el coraje de hablar de lo que importa, de lo que transforma, de lo que construye futuro. Y por eso, hoy más que nunca, hace falta cambiar el eje. Basta de perder el tiempo.
🔹 Soy Federico Gonzalez, y quiero representar a quienes ya no se conforman con excusas. Quiero llevar esta agenda al Congreso y pelear por una educación inteligente, inclusiva y de calidad.
👉 Si vos también querés un país que prepare a sus hijos e hijas para el futuro, apoyá mi campaña. Sumate. Difundí este mensaje. El cambio empieza cuando dejamos de discutir pavadas y empezamos a actuar con responsabilidad.
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